martes, 1 de abril de 2014

Sin nombre

Una vez
mirando hacia donde algo no ocurria
me encontrè en el punto muerto
en donde todos sandìas,
explotaban tomando vino de las galeras de los soldados,
que encadenados de pies
dejaban sus vidas por intereses de otros
sin espacio cerebral.
Dejando a las mujeres solas
pariendo solas
que sòlo entre mujeres supieron salvarse.

Una vez
Mirando hacia donde todo ocurria
encontrè a una estrella negra
caminando entre multitudes
respiràndolo todo;
degollando sus pieles de seda por un poco de coherencia
por el camino del caracol
sin sentir apuro
y contemplando diamantes oscurecidos por placentas mal paridas
por mujeres sin despertar. Tapadas por el semen
de la masturbaciòn impetuosa
de los zombies aùn mas corroìdos por la cumbre de Walt Disney.

Caños recortados atraviesan cerebros de oreja a oreja.
Una señora grita por su vientre.
Dos señoras gritan por sus hijos.
Todos sus hijos!
Todos son hijos!
Tràiganme una zanja para sentarme a leerles un cuento
Uno que me invente pensando en un gurì linchado por sus hermanos.

Si no fuèramos humanos.
Serìamos nosotros mismos.
Pero nos sacaron los pelos y nos pusieron accesorios.

Miro en el espejo y quiero abrazarnos
Despuès de todo, estos gritos del otro lado de mi ventana
pueden ser escuchados por la vista gorda.

Èsta noche dormiré en paz mientras todo lo demàs pasa.
Ya no puedo utilizar palabras como "consuelo".
Ya varias cosas son inservibles en estos tiempos que me corren.

La sangre se renueva mientras tome agua.
La vida es larga y yo no tengo miedo
Aunque me vean llorando y gritando.
Yo no tengo miedo.
Yo no tengo miedo.
Yo no tengo miedo.
Yo no tengo miedo.

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